Por: Redacción Sloveniacast | Foto: ZRC SAZU
Al público esloveno se presentarán la artista visual venezolana Maribel Briceño y su esposo, el fotógrafo José Voglar, quienes fueron repatriados a Eslovenia desde Venezuela como descendientes de eslovenos hace poco más de un año.
El evento está organizado por el Centro de Investigaciones Científicas de la Academia de Ciencias y Artes de Eslovenia ZRC SAZU (Znanstvenoraziskovalni center Slovenske akademije znanosti in umetnosti), el Instituto de migración eslovena (Inštitut za slovensko izseljenstvo in migracije) y la Asociación para el Desarrollo del Voluntariado de Novo mesto. Auspicia la Oficina del Gobierno de la República de Eslovenia para los eslovenos por el mundo.
La exposición titulada “Med rdečimi y modrimi” (Entre rojos y azules) estará abierta hasta el 30 de septiembre de 2021 en la sala Atrij del ZRC SAZU en el número 2 de Novi trg en Ljubljana.
El pintor y fotógrafo Janez Zalaznik, describe el trabajo de Voglar y Briceño así:
“Las fotos de la exposición fueron tomadas por José Voglar en la isla más grande de Venezuela, Isla de Margarita. Se han fotografiado hace ya muchos años, y su denominador común son los barcos de pesca. El autor parece haber utilizado los barcos de colores como un motivo pintoresco y atractivo para el color, así como una metáfora de la vida. En una de las fotos vemos a un hombre escribiendo su nombre en un barco nuevo y pulido. Por tanto, muestra el último acto antes de que el barco esté listo para ser lanzado, el nacimiento del barco. Al otro lado del ciclo hay una fotografía de los restos de un barco que hace tiempo que completó su viaje.
Las costillas de madera corroídas, sumergidas en arena fina, se extienden como el esqueleto de un animal prehistórico. En el distintivo escorzo inferior, captura fotos del tiempo y vigas de madera erosionadas por el agua cortadas dolorosamente en el azul profundo del cielo. Entre el nacimiento y la muerte de ambas embarcaciones, el fotógrafo nos regala imágenes de otras embarcaciones. A veces están solitarias en la extensión del mar, otras veces utilizadas por pescadores locales en el trabajo. Las personas, en su mayoría pescadores, rara vez están presentes en las imágenes y si lo están, no están en primer plano.
Los sentimientos son diferentes con los cuadros-collages de la pintora Maribel Briceño. Como sugiere el título de la serie de pinturas “Majhna sem bila” (Fui pequeña), las obras de la pintora son en su mayoría alegres. Ella misma señaló que desde niña solía hacer casas de muñecas con cartón y otros materiales. Transfirió su amor por la creación con materiales y objetos encontrados (Objet trouvé) a sus pinturas, donde utiliza recortes de periódicos, fotos de su pareja (José Voglar) y fotos de otras fuentes. Pero incluso con elementos puramente pictóricos, confía en las pinturas del pintor modernista francés Henri Matisse. Matisse desarrolló una pintura que seguía siendo básicamente objetiva, pero que se dirigía al espectador principalmente a través de composiciones de colores planos. La tendencia característica de Matisse de “aplanar” la superficie pictórica (en oposición a la expansión renacentista del espacio en profundidad) a menudo fue cumplida por Matisse usando las llamadas perspectivas invertidas.
Eso es exactamente lo que destaca Maribel Briceño en su obra; Aunque los elementos fotográficos de las pinturas son más “clásicos” en este sentido, ya que la óptica de la cámara, como las imágenes renacentistas, siguen a los objetos en la ilusión de profundidad espacial y volúmenes de dibujo, estas inserciones fotográficas enfatizan paradójicamente la “irrealidad” de las escenas y la bidimensionalidad de la superficie de la imagen.